Hasta siempre Miguel, y gracias por tanto!

El domingo está gris. Muy gris. A pesar de estar soleado y cálido, no es un domingo más.

La noticia impactó y dolió hasta en los cimientos más antiguos del viejo Trebolense de la punta del Boulevard.

Se fue Miguel Caldo. El colaborador, el dirigente, el buen tipo, el hombre, el marido, el padre, el abuelo.

Se fue Miguel Caldo, «Calduchu», «Caldito» o simplemente Miguel. Ese que siempre tenía el hombro listo para prestar. Ese que dejó en Trebolense y en otras instituciones, su sello de «dar una mano», de ayudar, de apoyar, de servir para los demás.

Porque las instituciones son las que mantienen la salud de un pueblo y el lo sabía. Por eso se encargaba, cuando tenía un tiempo libre, entre su familia y su trabajo, de darle luz a las instituciones, como la nuestra, como la del viejo Trebolense de la punta del Boulevard.

Hoy faltan tipos como vos. En la mismísima sociedad, lastimada y avejentada, falta el aire fresco y sano de Miguel.

Hoy se lo va a extrañar, porque nos hacía falta. Y mañana también.

Hasta siempre Miguel y gracias por tanto!

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