«¡Vamos pibes vamos, ustedes pongan huevo que ganamo´» dice la canción de las canchas.
Y podemos decir lo mismo.
¡Vamos pibes, vamos! Todos sabemos que las cosas no salieron de entrada, pero también sabemos todo lo que trabajan.
Todos sabemos que muchas veces merecimos más y que no se dio, pero también, todos sabemos lo que dejan durante la semana.
¡Vamos pibes vamos! Que en este club, de 114 años, con alma de grande, sabemos lo que es bancar a nuestra gente, a nuestros chicos, a nuestros Técnicos.
Son hijos del club. Un grupo, con un puñado de refuerzos, que soñó desde el primer día de este año, con tener una gran temporada. Pibes, ustedes están capitaneados por gente del club, nacidos en el club y que trascendieron por el club.
¡Vamos pibes vamos! La semana pasada empezamos el despegue hacia el camino de los sueños. Y esta semana, en una cancha difícil, cuando todos nos dabas por muertos, lo dimos vuelta y dijimos ¡Acá estamos, somos Trebolense!
¡Vamos pibes vamos! Que el año recién comienza y el corazón está intacto. Que el campeonato está en pañales y los sueños siguen siendo sueños, prontos a hacerse realidad.
¡Vamos pibes vamos! Que la «Celeste y blanca» empieza a ponerse de pie. Que el mensaje del «Pome» y del «Coqui» empieza a plasmarse en la cancha, que nos levantamos tantas veces y que nos vamos a levantar una vez más.
En Sastre, le avisamos a la Liga San Martín, que Trebolense está vivo, que quiere pelear, que quiere soñar.
No apaguen los celulares, no cierren las páginas web, no relojeen los primeros puestos de la tabla. ¡Porque acá viene Trebolense!
¡Sí! Acá viene «Cele», el viejo gigante de la punta del Boulevard. No nos descarten de ningún plano. No nos miren por sobre el hombro. Estamos vivos, los pibes tienen hambre y estamos siempre listos, a hacer, que los sueños se hagan realidad.
