RAMIRO GIANNETTI, LOS TITULOS Y EL GRAN TRABAJO DE LA CANTERA – “Nos da un envión enorme para seguir apostando al semillero”

El coordinador de básquetbol de Trebolense, Ramiro Giannetti, realizó un balance de lo que fue la primera mitad del año.

Tras festejar el título en ACBOS en U21 en Copa de Oro y el título en U 16 en Copa de Plata, el buen momento se hace notar en los entrenamientos y en el ambiente de la disciplina.

“Estamos felices por los logros. Hay un campeonato en Copa de Oro que disfrutamos mucho y uno en Copa de Plata para chicos que realmente se lo merecían. Es un gran año el que estamos pasando”, destacó Giannetti, mientras supervisa el entrenamiento de los más chiquitos, que hacen sus primeras armas en la disciplina.

De la cantera a la primera

Volviendo al título de la máxima categoría de formativas, Ramiro destacó: “Festejamos mucho lo de U 21, porque hace años que esta camada es protagonista. Al final del camino de los chicos en formativas, se ven los frutos. Es una gran envión para seguir trabajando, sobre todo para los más chicos, que a veces no tienen los resultados inmediatos y ahí es cuando llegan las frustraciones. Los triunfos en estas categorías, tienen otro sabor, porque es el corolario de muchos años de carrera”.

El coach destacó: “Ganar en U 21, es cuando a un pibe lo tuviste muchos años, lo puliste, lo entrenaste, lo motivaste, lo protegiste cuando quiso dejar por alguna frustración y en la antesala al salto a Primera, ya está preparado, nos da un envión enorme para seguir apostando a la cantera”.

Agradecido y feliz, no se olvidó de los agradecimientos. “Estos logros no son solo de los chicos y del coach de turno. Hay gente como los profes de formativas menores, de los papás, de la gente que apoya y la Comisión Directiva que también nos apuntala todo el tiempo”.

Y agregó: “El trabajo diario, la unión de los profes desde que trabajan con los más chicos hasta los profes de Primera y el diálogo permanente tiene mucho que ver. Todos estamos en cada categoría aportando cosas para que al llegar a los 18, 19 o 20 años, nuestros jugadores estén formados para una primera. Sin el trabajo en la cantera, un pibe no llega armado, por eso, el trabajo mancomunado es fundamental”.

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