Grandiosos. Siempre grandiosos.
Porque lograron llegar a una final, en un año difícil, donde muchos equipos de la ACBOS eran protagonistas.
Porque el grupo, fue unido y creyó siempre, con la camiseta del «Cele» y el escudo en el corazón.
Porque forzaron al gran campeón a exprimirse al máximo para vencerlos y estuvieron muy cerca de llegar a un tercer partido.
Porque la copa levantada con vergüenza deportiva y las lágrimas, muestran el esfuerzo y el coraje que les salió del corazón.
Grandiosos ellos, grandioso el cuerpo técnico, grandioso Trebolense. A veces tarda en llegar, pero al final, hay recompensa.