El dueño de las sonrisas de cada niño

Cuando decimos verano, decimos pileta, decimos diversión, decimos buenos momentos, decimos sonrisas.

Cuando en Trebolense decimos verano, decimos niños felices y por ende, decimos colonia.

Y cuando decimos colonia, enseguida nos imaginamos a cientos de niños, lejos de las calles, lejos de los peligros, lejos del sufrimiento del calor agobiante. Cerca de la felicidad. Cerca de la risa infinita.

Y cuando decimos colonia de vacaciones en Trebolense, nos encontramos con un tren de frente lleno de esperanza, de fiestas, de chapoteos, de risas cómplices y de momentos brillantes.

Cuando decimos colonia, nos encontramos con que cada año, pasamos de 200 a 300 y de 300 a 400 niños; o hasta llegar a 455, como en este 2023, dispuestos a pasarla bien, a gozar de un momento, en el que cada uno, es cuidado, educado, motivado y mimado.

Hoy Trebolense, alberga, en cada Colonia, a 455 almitas, que vienen, simplemente a ser felices. Y para hacer felices a tantos niños, hace falta amor, logística, preparación y planificación.

En cada verano, cada papá o mamá, deposita lo más preciado de sus vidas, en un club, que tiene años de prestigio, que tiene profesores comprometidos, que tiene líderes sensatos y creativos.

Así es la colonia de vacaciones. Se llama “Celestitos” desde hace unos cuantos años. Es una colonia que te lleva de fiesta en fiesta, de actividad en actividad, de fogón en fogón, de risa en risa, de corazón a corazón.

Es una colonia, que le regala y le imprime una sonrisa a cada pequeño, y la acuna, la hamaca, la entretiene y la hace eterna.

Es la colonia que tiene un líder, que cambia horas de trabajo, por fantasía. Que cambia experiencia por magia y sabiduría a cambio de una carcajada.

Es la colonia de la carpa en Córdoba o en el club. De los juegos en el agua o del Papá Noel y los Reyes Magos. De la cocina rústica y de las fiestas con canciones.

Un niño feliz, es una esperanza en el mundo. Cada niño, nos trae el mensaje de que Dios, no ha perdido la esperanza en los hombres.

Y este club, alberga desde la cuna, a cada niño, desde chiquito, como en la colonia de vacaciones. Esa en que los papás confían ciegamente.

Es la colonia de vacaciones de Club A. Trebolense. Una colonia que se piensa, que se gesta, que se arma son improvisar. Una colonia que se amasa con el corazón.

Es la colonia, de Cesar Caldo, el dueño de las sonrisas de cada niño.

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