Al conocer la triste e inesperada noticia de la partida de Roberto Maurino a la Casa de Dios, manifestamos nuestro profundo pesar por parte de mi familia, desde Rosario y Paraguay.
Lo vamos a recordar por su cercanía (a través de la distancia) mediante mensajes y audios, siendo el nexo de unión nuestra infancia, nuestro otrora pueblo, convertido en pujante ciudad y el amor por los colores de nuestro inolvidable CLUB TREBOLENSE.
«CUANDO UN AMIGO SE VA DEJA UN ESPACIO VACÍO» dice la canción…, pero la esperanza del más allá hace que pensemos en el reencuentro, en este caso con Eduardo (mi hermano), por el que nos expresó su tristeza cuando partió (hace apenas 2 meses), e incluso le hizo oficiar una misa por su eterno descanso…
Emotiva demostración de amistad y cariño, que guardaremos por siempre en nuestro corazón.
Hago extensivas nuestras condolencias a sus seres queridos. Infinitas gracias!