Cada vez que nos caigamos, nos vamos a levantar.
Cada vez que nos hieran, nos vamos a sanar y vamos a volver a andar.
Cada vez que nos den por muertos, vamos a respirar más fuerte y nuestro corazón latirá como un pura sangre al galope.
Porque tenemos 113 años de una historia muy real, muy nuestra.
Porque Trebolense es eso, su gente, sus pibes, sus niños y sus sueños.
Siempre habrá un hincha de Trebolense, que iniciará el camino de regreso.
Siempre habrá un pibe, que irá a levantar las cenizas, para transformarlas en arena y con esa arena, volverémos a construir.
Cada vez que nos vean de rodillas, sepan, que nos estamos poniendo de pie.
Cada vez que nos vean derruídos, sepan, que estamos empezando a reconstruirnos.
Cada vez que nos humillen, contestaremos con el silencio, duplicaremos el sacrificio, y crearemos fuerzas de donde no hay.
Cada vez que nos vean tocando fondo, sepan que estamos tomando impulso para ir más y más alto.
Cada vez que una adversidad nos atraviese, siempre habrá un motivo para sanar.
Cada vez que la tristeza nos arrase, siempre encontraremos la forma de sobreponernos.
Porque somos Trebolense. Porque 113 años de vida nos enseñaron a que “siempre se puede ser más grande”.
Por eso, sólo por eso, cada vez, somos más.